In-Utiles
, 23.1.11 2:34 p. m.
Me he dado cuenta de que la mayoría de las personas aprenden las cosas viendolas de sus padres, y en sus casas en general. Pero hay cierto grupo que no sabe hacer nada, y cuando digo nada es "ninguna wea". No saben hacer un huevo frito correctamente, lavar una olla sin que le queden restos de comida, arreglar un enchufe. o algo tan básico como martillar una pared. Se que eso es responsabilidad de cada padre traspasar sus conocimientos a sus hijos, pero algunos no quieren, o los ven como incapaces de realizar esas actividades, como por ejemplo, esa madre que le niega a su hijo poner la mesa o cocinar, por que el es "hombre".
Si miramos un poco al otro lado del mundo, y al norte de este, podemos ver en algunas escuelas que a los niños, aparte de darles una formación de cultura general (matemáticas, ciencias, historia y geografía, etc), se les enseñan en talleres otro tipo de aprendizajes más prácticos en su futuro, como aprender a cocinar, carpintería, artes, electrónica/tecnología, economía y contabilidad básica entre otras cosas importantes para subsistir y sobrevivir solos por un tiempo.
Mientras tanto, en Chile, a los niños se les engaña diciendoles que por que ellos se sacaron un 7 en matemáticas son personas muy inteligentes y triunfarán en su futuro... no tengo palabras como para describir esa forma tan mala de hacerles ilusiones a un niño. Puede que sí, en su futuro, si tienen suerte y dinero suficiente como para pagar su carrera, les vaya bien en la vida y sean exitosos. Será exitoso, pero al mismo tiempo inútil para sobrevivir por si solo. Y conozco a varios que tiran para allá. No es que los trate de inútiles niños, pero su mama no va a estar siempre haciendoles la comidita, ni su papa arreglandoles cada cosa que rompen en la casa.
No es por darmelas de comunista, ni socialista, pero seria bueno si en los colegios se crea un programa serio de talleres para que a los niños desde chiquititos se les enseñen cosas prácticas para el hogar y subsistir, mas allá de cuando una vez hicimos cocadas de manjar con galletas en kinder.
Vale, el problema es evidente.
La situación está bien planteada, pero las soluciones tiran más para utopía.
Primero, si esperamos inculcarle a un niño cosas prácticas para el hogar, debemos tener en cuenta que su edad debe permitirle un raciocinio básico, el cual en un ambiente familiar de completa desidia, en el que los padres dejan de lado la dignidad del crío con la excusa de que estarán siempre ahí para ayudarle, se basa simplemente en no hacer nada.
En pocas palabras, es muy dificil que un niño educado con las normas estándar de esta sociedad se interese en algo así. (El niño está aspirando la casa... ¡¡Llamen al SENAME mierda!!).
Segundo. La misma educación absurda e inane que hace que el afectado esté en vías de ser un parásito, lo salva de no morir por ello. Dicho de otro modo, no importa lo inútil que sea, que para eso se va a casar. Vamos, ¿alguien tiene que reemplazar a su madre, no? (¿Querías complementación? Bueno, tu cocina para mí y yo me divierto por tí).
Al final aquí hay de todo, nunca puedo saber si lo que digo es tan así o no. Pero de lo que sí estoy convencido es que el problema no pasa por cuantos talleres extraescolares pueda sumar un colegio, sino de la mala formación proveniente de casa, que no es culpa de otra cosa mas que de los estatutos sociales que nos rigen actualmente. Ergo, lo que en realidad necesitamos es una cultura decente, o por lo menos una cultura.
(Uf! Terminé).